El gran problema ambiental del «Camalote» o «Jacinto de agua» comienza a ser una lacra para el gobierno autonómico extremeño que, actualmente se encuentra buscando posibles soluciones para frenar el avance y la colonización de esta planta, que al crecer, desarrollarse y reproducirse crea una tupida capa vegetal sobre la superficie del agua, que impide que la luz solar atraviese el agua, y por lo tanto genera un déficit de condiciones vitales para el ecosistema fluvial del río Guadiana.


El pasado día 11 de noviembre Extrefor ha visitado la ciudad de Mérida para asistir a la «I Jornadas Técnicas divulgativas sobre el Camalote o Jacinto de Agua«. Estas jornadas han ido dirigidas a dar a conocer este problema, su biología y los daños que causa.

Os invitamos a informaros a través de este mismo post mediante el siguiente link de toda esta problemática ambiental. http://www.eldiario.es


Datos biológicos de la especie:


Familia: Pontederiáceas.

Generalidades: Planta acuática de grandes hojas de color verde brillante y flores lilas o azules. Vive en ríos, lagunas y pantanos de América del Sur. Florece a finales de primavera o principio del verano. Los peciolos de las hojas están engrosados, de manera que crean numerosos espacios intercelulares que se rellenan por aire, haciendo que estas actúen a modo de flotador. Entrelazada por sus raíces se agrupan y forman islas flotantes llamadas camalotales que, arrastrados por las corrientes de los ríos, pueden transportar animales (caracoles, tortugas, culebras etc.) de un lugar a otro. es una planta muy sensible al frío, llegando a desaparecer en los meses más fríos.

Los métodos de erradicación utilizados son:


  1. Recogida manual de la planta.
  2. Introducción de depredadores.
  3. Uso de maquinaria (barreras, barcas, retroexcavadoras y camiones)

Si quieres seguir informándote puedes continuar leyendo en la siguiente página:

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, José Díaz Mora, admite que es momento de “acostumbrarse” a esta vegetación exótica —incluida como “amenaza grave” en el catálogo de especies invasoras publicado en 2011—, manteniendo la lucha para evitar los daños en el ecosistema fluvial y el riesgo para el regadío, sin renunciar a su erradicación, “pero a largo plazo”.

La transformación del Guadiana a su paso por Extremadura lo convierte en un medio propicio para el camalote. Es una zona cálida la mayor parte del año, el río discurre con poca altura y corriente (lo que eleva la temperatura del agua) y con gran cantidad de nutrientes (por el retorno del regadío), además de la ausencia de sus depredadores naturales. También le beneficia la dificultad de acceso para retirarlo.

En la zona afectada se suma, además, otro riesgo: que el camalote llegue a la red de regadío. Justo en un embalse cercano a Mérida arrancan dos redes de riego que abarcan 42.000 hectáreas de cultivo. “Por ahora, no nos afecta, pero la preocupación está ahí”, explica Víctor Oyola, gerente de la Comunidad de Regantes del Canal de Lobón, que suma 120 agricultores y unas 1.700 hectáreas. Si la planta entrara en los canales, reduciría el caudal provocando problemas de abastecimiento y podría inutilizar llaves de paso y otros dispositivos. “Instalamos unas rejas especiales para evitar que esto ocurra, pero no dejamos de estar pendientes”.

 

11 noviembre, 2015

El camalote, una problemática ambiental para el río Guadiana

Quisque lorem tortor fringilla sed, vestibulum id, eleifend justo vella ipsum dolor lacus, suscipit adipiscing. Cum sociis natoque penatibus et ultrices volutpat.